miércoles, 20 de junio de 2012

Whoopie pies

Supongo que a estas alturas, ya habreis visto por todos lados los Whoopie pies, ya que están de moda, aunque sean unos pastelillos con un montón de años. Aquí aún se están descubriendo, pero en E.E.U.U., ya deben estar más que cansados de verlos. Lo bueno es que cambiando los rellenos y metiendo algún sabor nuevo en la masa de bizcocho, puede parecer que te tomas un pastel diferente cada vez.




Se dice que fueron las mamás Amish quienes inventaron estos deliciosos pastelillos, al prepararlos en forma de sandwich para sus hijos y maridos. Su nombre viene de que cuando veían lo que les habían preparado para las meriendas sus mamás, gritaban entusiasmados ¡¡whoopie!!!, algo así como nuestro ¡¡yupi!! (que supongo que vendrá del mismo sitio).

Esta receta la ví por primera vez en la revista Bricorepostería de Navidad, la número 8. Mi amiga Ara ya había oído hablar de ellos y fue quién me contó la historia.

Yo ya los he hecho un montón de veces siguiendo esa receta, pero por la red circulan miles de recetas.

Y para quién no tenga la revista, esta es la receta:

Ingredientes para los bizcochitos

115 gr. mantequilla
200 gr. azúcar glass (yo lo utilizo molido con la thermomix, que me sale más barato)
280 gr. harina
225 ml. leche a Tª ambiente
50 gr. cacao en polvo (yo utilizo Valor, no vale Colacao)
2 1/2 cucharaditas bicarbonato (yo sólo le pongo una, pues si no me sabe mucho al bicarbonato)
1 huevo grande a Tª ambiente

Ingredientes para el relleno

100 gr.  marsmallows blancos o nubes, como los llamamos aquí (yo los utilizo blancos y rosas, que por aquí no es fácil encontrarlos sólo blancos)
100 gr. azúcar glass (yo molido)
115 gr. mantequilla sin sal
50 ml. leche
vainilla u otro aroma al gusto


Preparación de los bizcochitos

Precalentamos el horno a 170º y ponemos un trozo de papel de hornear o lámina de silicona sobre la bandeja del horno.

Tamizamos la harina con el cacao y el bicarbonato y reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta que esté suave y esponjosa. La mantequilla debe estar a Tª ambiente, aunque ya sabemos que la Tª ambiente no es la misma en invierno que en verano. En mi casa en invierno ya puedes dejar la mantequilla todo el día fuera de la nevera, que seguirá estando dura y ahora la saco de la nevera y en un rato ya está blandita. Si se trocea y se pone sobre un plato sin amontonar, se ablandará antes. Así que ya sabeis, que al tocarla, se hunda ligeramente. Añadimos el huevo y continuamos batiendo, hasta que esté bien incorporado.

Ahora en la receta pone que incorporemos la leche poco a poco hasta que se incorpore perfectamente, pero yo siempre que lo he hecho así, se me corta la preparación, lo que no quiere decir que esté estropeada, sino que se separa la parte grasa de la líquida y se arregla al añadirle la harina. Pero a mi no me gusta ver la masa cortada, así que primero echo una mitad de la mezcla de harina y mezclo bien, pero suavemente. Después voy añadiendo la leche poco a poco, batiendo sin parar y finalmente añado el resto de la harina, mezclando hasta que esté homogénea la masa.

Pasamos la mezcla a una manga pastelera con boquilla redonda gruesa y vamos haciendo montones de masa, colocando la manga bien vertical y sin moverla del centro, hasta que tengamos un ancho de 3 cm. aproximadamente, aunque eso depende de lo grandes que queramos los whoppies. Hay que separar bien los montones de masa, pues con el calor se expanden y si se pegan unos a otros, no quedarán los bordes definidos ni redondeados. Para guiarnos, podemos hacer redondeles con un lápiz en el papel de hornear y darle la vuelta, más que nada para no comernos lápiz. Hay rotuladores comestibles, pero yo no tengo.

Ahora metemos en el horno la bandeja durante 15'. La revista pone de 10' a 15', pero yo siempre que los horneé menos, no quedaron bien cocidos, aunque ya sabemos que cada horno es un mundo y también depende del tamaño que los hagamos.

Retiramos del horno y los ponemos sobre una rejilla para que se enfríen.

Es el momento de preparar la crema del relleno:

Calentamos la leche y derretimos en ella las nubes. Añadimos la vainilla o otro aroma que nos guste, yo en estos puse mango. Aquí la revista dice que dejemos enfriar, pero así resulta difícil incorporar la mantequilla, así que yo sólo lo dejo atemperar un poco.

Batimos la mantequilla y el azúcar y juntamos las dos preparaciones, batiendo hasta que esté cremoso el relleno. Echamos en una manga pastelera. Lo dejamos enfriar bien en la nevera, para que coja consistencia.

Echamos relleno sobre la mitad de los bizcochitos y tapamos con la otra mitad a modo de sandwich.

La decoración ya depende de los gustos de cada uno. Yo hice algunos con chocolate blanco y otros con flores de pasta de goma.




Para el relleno, no es necesario hacer esta crema, podemos utilizar cualquier otra al gusto: crema de chocolate y avellanas, crema de quesos con frutas...

Y A DISFRUTAR!!!

sábado, 9 de junio de 2012

El bizcocho del Padre Pío

Este es el primer reto de http://kanelaylimon.blogspot.com.es/2012/05/bizcocho-del-padre-pio.html que hago a tiempo. Vamos, me puse con él ya el primer día, porque me encantó la idea. Nunca había oído hablar de este bizcocho que tarda en hacerse diez días, once si no te regaló nadie el vaso con la masa madre para empezar, y la tienes que hacer tú mismo. Y este es mi caso.

Después hablando con otra gente, ví que sí que lo conocían, aunque no habían probado a hacerlo precisamente por el tiempo que hay que dedicarle.




El bizcocho del padre Pío, también llamado de las hermanas Clarisas o bizcocho de los diez días, por razones obvias, se hace a partir de una masa madre, que algún amig@ te regala, para desearte salud y fortuna y así se va pasando de unos a otros.

Al decir que lleva diez días realizarlo, parece algo complicado, nada más lejos de la realidad. Sólo hay que tener la precaución de seguir los pasos día a día, que se reducen a añadir ingredientes y mezclar. La mezcla hay que mantenerla en un sitio fresco y tapada con un paño, pero no hay que meterla en la nevera y no se estropea, aunque lleva leche y huevo. Como dice Cristina de Kanela y limón: "será cuestión de fé".

Si la masa madre no llegó a tí por los cauces normales, pues tendrás que realizarla. Para ello, sólo se necesita

1 vaso de harina
1/2 vaso de azúcar
1/2 sobre de levadura
1 vaso de leche

 
Ponemos todos estos ingredientes en un bol y los mezclamos con una cuchara. Yo puse todo junto y después me quedaban muchos grumos, por lo que recomiendo ir echando la leche poco a poco y removiendo a la vez, ya que es más fácil que no se hagan grumos. Reservamos esta masa tapada en un sitio fresco hasta el día siguiente.

Si ya dispones de la masa madre, porque tuviste suerte de que alguien te la regaló, empiezas a partir de aquí.

INGREDIENTES

2 vasos de leche
3 vasos de azúcar
4 vasos de harina
1 vaso de aceite de girasol
1 sobre de levadura
2 huevos
1 vaso de nueces o de pepitas de chocolate o mitad y mitad (o nada)
1 manzana troceada
pizca de sal, canela y vainilla


PREPARACIÓN

Si tuviste la suerte de que alguién te regaló un vasito de masa madre, échalo en un bol. Ahora empezamos a añadir ingredientes:

Día 1: Añadimos un vaso de azúcar, otro de harina y dejamos sin mezclar. Tapamos con un paño y reservamos.

Dia 2: Mezclamos todo con una cuchara o con barillas. Tapamos y reservamos.

Día 3: No tocamos.

Día 4: No tocamos.

Día 5: Añadimos un vaso de leche, otro de harina y uno de azúcar. No mezclamos, tapamos y reservamos.

Día 6: Mezclamos todo con una cuchara o con barillas. Tapamos y reservamos.

Día 7, 8 y 9: No tocamos.

Día 10: ALELUYA, LLEGAMOS AL DÍA EN QUE PODREMOS PROBAR NUESTRO MARAVILLOSO BIZCOCHO, pero antes hay cosas que hacer:

Encendemos el horno a 160º.

Separamos tres vasitos de la mezcla que hemos preparado y cuidado durante estos diez días. Yo los puse en vasitos de cristal de yogur y entregaremos dos de ellos a personas a las que deseamos salud y fortuna. ¿Y entonces para qué separamos tres vasos? Pues para conservar nosotros un vasito de masa madre para poder volver a hacer este bizcocho. Lo podemos guardar en el congelador hasta que tengamos ganas de volver a repetir, que repetireis, SEGURO.

Ahora continuamos con el proceso: añadimos dos vasos de harina, un sobre de levadura, un vaso de aceite de girasol, el vaso de nueces, o el de pepitas de chocolate, o mitad de nueces y mitad de pepitas, o ninguna de las dos cosas, si no os gustan, un vaso de azúcar, un vaso de leche, 2 huevos, una pizca de sal, canela al gusto, vainillina o azúcar avainillado y la manzana troceada. Mezclamos todo con una cuchara de madera. Preparamos un molde o dos, porque sale un montón de masa. Echamos la masa y metemos el molde en el horno, aproximadamente 1 hora. Pinchamos con un palillo para comprobar que esté hecho. Cuando salga limpio, retiramos el bizcocho del horno y lo dejamos reposar unos minutos en el horno. Desmoldamos sobre una rejilla y

A ESPERAR A QUE ENFRÍE, brrrr, con las ganas que tenía de hincarle el diente!!!

¿Veis cómo no era taaannn complicado? La única precaución es no olvidarse de lo que hay que hacer cada día, aunque en la mitad de ellos ya no hay que hacer nada.

REPETIREIS? YO SIIIII

No os olvideis de pasar por el blog de Cristina, Kanela y limón, arriba está el enlace, porque es una maravilla y además lo explica muy bien con su paso a paso con fotos.