Me acuerdo cuando trabajaba en el kiosko de mi suegro y repartíamos los periódicos antes de abrir. También se lo llevábamos a una panadería de las de toda la vida, de las que ya hay pocas. A las 7 de la mañana entraba por el callejón que daba al horno y aquel olor embriagaba. Si tenía suerte y aún estaban horneando, me podía llevar un bollito, sino, me tenía que conformar con oler el pan recién horneado.
Ahora cuando puedo, me hago yo el pan en casa. Y la casa se inunda de un olor delicioso. No es el mismo olor, ni sabor, pero me encanta.
En clase de pastelería aprendimos a hacer pan y no es difícil, pero yo ahora lo hago siempre en la Thermomix, y más desde que encontré en el blog http://webosfritos.es/2011/06/como-hacer-pan-en-casa-facilmente-pan-milagro/. Aquí lo explica perfectamente de las dos formas, a mano y con thermomix. Yo normalmente pongo la mitad de harina integral. Y no suelo pincelar el pan con aceite, tan sólo le echo un poco de harina por encima. Y aún es más, no es necesario dejarlo levedar, con lo cuál la falta de tiempo no es un inconveniente.
El sábado vinieron a comer unos amigos en casa y preparé yo el pan. Cuando preparo panecillos de leche para mis niños, los hago en forma de espiral y para esta ocasión, me pareció una buena idea hacerlo de la misma forma,
pero enriquecidos con cebolla pochada
y chorizo
RIQUUUIIIIISIIIMOOSSSS
Dejé también alguno natural, para no mezclar sabores con el resto de la comida.
Y aquí está el resultado final
Espero que vosotros también os animeis a probar a hacer el pan, porque es muy sencillo y es un placer comerlo.